viernes, 12 de diciembre de 2008

Hay Que Lanzarse Por Encima De Sí Mismo



Hombre, si te lanzas en espíritu más allá del espacio y del tiempo, puedes a cada instante estar en la Eternidad.

(Angelus Silesius)

2 comentarios:

Svidrigailov dijo...

Kant decía, según recuerdo, que toda experiencia ha de estar definida por el Espacio y por el Tiempo, los cuales (siguiendo su terminología -que, dicho sea de paso, no es del todo original) son los aprioris de la Sensibilidad, facultad de nuestra Razón. "Todo conocimiento comienza con la experiencia; sin embargo, no todo conocimiento procede de ella", decía el viejo Kant. Pero, ¿y la Eternidad? ¿Es acaso una experiencia? El Angelus Silesius, del cual te estás encargando, parece meditar que sí, que la Eternidad ha de ser una experiencia. Claro: válido es decir que la Eternidad no sería una experiencia cualquiera, sino tal vez una experiencia "divina" o "religiosa". Dados estos caracteres metafísicos (los de divinidad y religiosidad), no podríamos hablar propiamente de una supeditación de tales aprioris (Espacio y Tiempo) sobre la "experiencia de la Eternidad". Sin embargo, ¿no será esta "experiencia" una de aquellas que son consecuencia del afán que tiene la razón por querer abarcar incluso lo inexplicable? Justamente, Kant pensaba que los temas de la Libertad, la Inmortalidad y Dios, no son sino ideas de la razón, producto de su desprecio hacia los límites y posibilidades bajo los cuales debería regirse. Si bien no pueden tratarse estas ideas como si fueran objetos del mundo, empíricamente reales, hay que aceptar que estas ideas, incluída la de Eternidad, son reguladoras ya que constituyen en nuestras vidas un "ideal" bajo el cual se desenvuelven nuestras acciones; de otro modo, acaso viviríamos en el Estado de naturaleza hobbesiano... y no creo que estemos preparados para ello (aún).

Svidrigailov dijo...

Fe de erratas: En mi comentario anterior, hubo un exabrupto; escribí "El Angelus Silesius". El innecesario artículo se inmiscuyó no sé cómo desde mis manos.. errare humanum est.