miércoles, 19 de noviembre de 2008

El Lugar De La Eterna Quietud



Que se inquiete otro por su sepultura y destine orgullosos edificios a su carroña. Yo no me preocupo de ello: mi tumba, mi piedra y el féretro en el que descansaré para siempre han de ser el corazón de Jesús.

(Angelus Silesius)

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